jueves, 21 de octubre de 2010

La espera, de María Reznik






Muchas veces te sorprenden los libros ofreciéndote algo diferente a lo que habías pensado e imaginado en un primer momento. En ocasiones es para bien, en otras te llevas algún que otro "chasco". Afortunadamente, no ha sido el caso de esta novela de María Reznik titulada "La espera". Una historia que he recibido por gentileza de la autora y con la que he pasado un momento francamente agradable.
Me ha parecido una lectura original en muchos aspectos. Por un lado, me ha encantado el diseño de edición. El tamaño es menor que el de un libro de bolsillo, es más bolsillo aún puesto que cabe cómodamente en el de un pantalón o cazadora. También me ha agrado la forma de introducir cada uno de los capítulos que lo componen, describiendo la escena. Un poco, jugando al teatro que, si lo pensamos bien, está presente ya que toda la historia se desarrolla en un espacio único: una estación de tren. No se nos indica la ciudad, sólo que es un sábado por la tarde. Y en esta estación, hay pasajeros que van y que vienen pero, de entre ellos, destacan 2 mujeres que han acudido allí a esperar a dos personas muy especiales para cada una de ellas: Sara y Vida.

Sara, es la más joven. Está en la estación esperando a su "amor", un joven llamado Yoshiro del que está perdidamente enamorada desde el día en que coincidió con él en un vagón de tren. Vida, es la mayor, una anciana que comparte banco con Sara y con la que empieza a hablar. Vida está allí esperando a su hermana Claudia que vive en otra ciudad. En este banco que comparten empiezan a compartir algo más que un espacio: comparten una espera y también sus vidas puesto que empiezan a hablar de ellas. Gracias a este diálogo, vemos que en el fondo no son tan distintas Sara y Vida lo cuál hace que, en un momento, llegues a pensar si no se tratará de la misma persona. Si Vida no será una prolongación de Sara, un pensamiento y al revés lo cuál hace que la historia cobre una intriga que la hace aún más especial.
Claudia, la hermana de Vida, llega a la estación. Vida ha encontrado a quién venía a esperar, ¿ y Sara? ¿ aparece Yoshiro? Él no baja del tren en el que tenía que venir, ¿ lo hará en el siguiente? La espera que vive Sara se te contagia. María Reznik ha logrado que el lector se meta en la piel de ésta y llegue a sentir ese nerviosismo y esa angustia al ver que no baja del tren la persona a la que esperas. Como Sara, entiendes que en su cabeza empiecen a plantearse mil y un interrogantes tratando de averiguar qué pasa, por qué no ha acudido.


María Reznik ha trazado su relato de una forma magistral. Paralelamente a la historia de Sara y de Vida, se nos narra la de Yoshiro. Vamos conociéndole así como también sabremos que es lo que le ha ocurrido a la madre del niño que ellas encuentran perdido en la Estación. Todo un puzle muy propio de una estación de tren en la que se mezclan viajeros que van y que vienen.
Me ha agradado mucho el lenguaje que usa la autora. Es prosa si, pero hay una fuerte carga poética en él. Ya la misma estación puede interpretarse como una metáfora de la vida. Ese anden es tu propia vida esperando a alguien, el mismo tren lo es de lo que vas buscando. Esta carga poética se nota y percibe más en la segunda lectura de la novela. Sí, es un relato corto en cuanto a extensión, 166 páginas, pero intenso en contenido.  

Un texto del que puedes extraer diversas lecturas a medida que lo lees lo que prueba que no es de esas historias que acaban con la palabra  "fin" sino de las que dan lugar a más de una relectura en la que descubres algo nuevo, un matiz que se te ha escapado... Relectura que te ayuda, por otro lado, a entender mejor ciertos interrogantes y a conectar más con los personajes., los cuáles  están bien trazados. Tanto Sara como Vida o Yoshiro se muestran reales. Es más, en mi caso, me he llegado a identificar bastante con Sara con esa espera, con esos nervios, con ese sentimiento. Me ha parecido un personaje rico. Vida es ternura. La típica anciana amable y buena que se preocupa por los demás, es fácil sentir cariño por ella desde el primer momento.
 Este tipo de lectura es uno de los que más me gustan. La sensación que te dejan es placentera, es más llegas a quedarte con ganas de más. Te intriga ir conociendo más aspectos de la vida de Sara, de Vida, de Yoshiro.

Esta novela de María Reznik ya está disponible en la Biblioteca de El Perelló con el tejuelo N/REZ/esp. Toda una historia altamente recomendable sin lugar a dudas.