jueves, 27 de mayo de 2010

Los ojos amarillos de los cocodrilos, de Katherine Pancol

Desde luego que nadie puede negar que la Literatura francesa no esté gozando en estos momentos de una popularidad muy grande tanto en nuestro país como en el resto del mundo. Puede que sea, salvando las distancias de la inglesa y estadounidense, la que le pueda hacer un poco de sombra a la " invasión nórdica". A diferencia de ésta, no se basa en asesinatos, sangre  y tiros sino que tiende a profundizar más en las relaciones humanas algo que a mí, particularmente, me encanta y es lo que sucede con esta novela de Katherine Pancol.

La primera vez que la ví en Sant Pere no me llamó la atención. Más que una novela pensé que se trataba de un libro de autoayuda de esos que tanto pululan actualmente basados en la Ley de la Atracción ( con el famoso "El Secreto") como santo y seña. Sin embargo, la opinión que leí en Ciao de Pedroemilio sobre este libro no sólo despertó mi curiosidad sino que provocó en mí unas terribles ganas de leerlo. Al no encontrarlo en Sueca, lo pedí a la Casa del Libro y ya está aquí. Y es buenísmo. Una novela con varios matices que hace que tenga diferentes enfoques y puede que clasificaciones.

Katherine Pancol, es una autora francesa de origen marroquí. Según podemos leer en la contraportada, este libro ha sido todo un superventas en Francia país en el que ha vendido más de 1 millón de ejemplares y no me extraña nada. Aquí en España ha sido editado por La Esfera de los Libros, tiene 549 páginas que devoras porque es una historia que engancha. Sin embargo, yo recomiendo leerla con calma y tener un cuaderno y boli al lado pues vale la pena apuntar muchas de las ideas y frases que contiene. Frases que, al menos a mí, me han ayudado y han despertado cosas. He dicho al principio que lo tomé por un libro de autoayuda y tampoco iba por el mal camino, ya que hay episodios y situaciones perfectamente relacionables con la Ley de la Atracción y con el poder de cambiar las cosas sólo con un simple cambio de " chip", de pasar de un pensamiento negativo a uno muy positivo y eso es lo que le ocurre a la protagonista principal: Joséphine.

Joséphine es una mujer francesa ( no indica la edad exacta pero yo diría que tiene unos 40 y poco más) vive en un suburbio de París junto a su marido, Antoine, y sus dos hijas: Hortense ( la mayor) y Zoe. 2 hijas de lo más diferentes entre sí como le ocurre a la propia Joséphine con su hermana Iris. Ésta siempre ha sido la más guapa de la familia, la que más ha destacado siempre mientras que Joséphine se ha quedado en un segundo plano, refugiada en sus libros y en su siglo XII. Sí, ella escribe libros de Historia y es una especialista en el siglo XII francés ( esto me ha encantado). Una mujer que va a evolucionar mucho a lo largo de la novela. Si al principio, mediante las descripciones, vemos que es una mujer del montón que siempre va con un aspecto descuidado, pronto dará un cambio radical provocado por una situación difñicil: la separación de su marido Antoine que un día decide abandonarla, ya que tiene una amante, e irse a Kenia a criar cocodrilos para los chinos ( de ahí el título de la novela).

Si Joséphine está destrozada y perdida al principio, pronto va a darse cuenta de que ella solita es capáz no sólo de salir adelante junto con sus hijas, sino de dar un giro de 360º a su vida y todo ello se lo proporciona Audrey Herburt. Bueno, un editor le encarga que traduzca al francés una biografía de esta actriz, al conocer su vida y lo que ella hacía para superar sus complejos, Joséphine la toma como referencia. También cuenta con el apoyo de su amiga y vecina Sherley una escocesa que no resulta ser tal escocesa y que tiene un pasado un poco peculiar que asombra tanto a Joséphine como al resto del vecindario: de buenas a primeras, un día la ven por la tele acompañando a la mismísima Reina de Inglaterra. Joséphine trata de sacárle cuál es la relación que tienen ella y su hijo Gary con los Windsor pero no voy a revelarlo.

Joséphine es la protagonista principal pero junto a ella aparecen con fuerza otras mujeres como es el caso de Sherley, Iris ( su hermana que, en el fondo va a aprovecharse de ella y bastante), su madastra, las hijas, otra vecina a la que ayuda, la amante de su mardo... A lo largo de la novela van intercalándose las historias de cada una de ellas, historias y situaciones que cuando Joséphine las conoce le ayudan a madurar. A mí este personaje, el de Joséphine, me ha fascinado y me he visto reflejada en ella en múltiples ocasiones: como ella, por ejemplo, hasta hace bien poco también me resultaba más fácil transcribir un texto del Merovingio que delinearme el contorno del ojo, también me he sentido un poco infravalorada y una especie de bicho raro por preferir los libros a otra cosa.

La novela es profunda pero está escrita en clave de humor. Pese a que la situación que viven los personajes es muchas veces triste, siempre hay algo que logra dibujar una sonrisa. Es una historia en la que las mujeres son las grandes protagonistas y también los hombres hacía alguno de los cuáles llegas a sentir un poco de lástima como es el caso de Antoine al que compadeces de su situación: perdido en Kenia, criando cocodrilos para los chinos que le estafan porque no le pagan.

Por todo ello es una novela altamente recomendable. Disfrutas leyéndola tanto que se te pasan las horas sin darte cuenta. Katherine Pancol ha sabido tejer una historia que engancha y de la que puedes extraer muchísimas cosas. Desde un punto de vista meramente histórico, por ejemplo, a través de Joséphine puedes enterarte de muchas cosas del siglo XII francés. Como historiadora, y especialista en la Edad Media, no puedo negar que me ha encantado y he disfrutado con ello entendiendo que, Joséphine, se quedase como " en Babia" cada vez que se sentaba ante un documento o ante un libro de Historia.

A parte, está ese puntito de " autoayuda" que tiene, con ese mensaje tan positivo y que prueba que las cosas pueden ser de distinto color según como las mires. Yo me he anotado las técnicas de Audrey para superar su complejo ( de pies grandes y poco pecho), he tomado ejemplo de la superación de Joséphine, del valor y el gran bien que te hace estar rodeada de amigos y de gente que te quiere cuando te ocurre algo malo, de que cuando amas o has amado a alguien te resulta muy difícil odiarle etc.

Por todo ello no puedo más que recomendarla. La novela está en la Biblioteca de El Perelló con el tejuelo: N/PAN/ojo. También quiero darle las gracias a Pedroemilio por habermela dado a conocer. Es una de las mejores que he leído en lo que llevo de año. No puedo compararla con "Soy un gato" porque son muy diferentes pero ha conseguido llevarme también al Nirvana. No al de la Era Meiji como la novela de Natsume, pero si al del siglo XII francés.