lunes, 26 de abril de 2010

Donde rompen las olas, de Claudine Gallay

Últimamente, la literatura gala está viviendo una época de bonanza al menos en nuestro país. Junto a los clásicos de toda la vida, como Balzac, Víctor Hugo o Voltaire, desde hace unos años se han ido uniendo nombres muy buenos y peculiares. Nombres entre los que destacan los femeninos puesto que, se quiera o no ( o al menos así lo percibo), da la sensación de que la literatura francesa actual se escribe con nombre de mujer. Ahí tenemos el ejemplo de Anna Gavarda, Muriel Barbery o Delphine Bertholon a las que se ha de unir el nombre de Glaudine Gallay.

Esta escritora nació en 1961 y fue en 2001 cuando inició su carrera literaria con la publicación de su novela " L'office des vivants" a la que siguieron otras. Ninguna de ellas las he visto editadas en España tan sólo esta última titulada " Donde rompen las olas" y que ha sido publicada por  una nueva editorial: Duomo Nefelibata. De nuevo, es una editorial joven la que apuesta por novedades que resultan muy interesantes puesto que esta novela lo es.

La novela tiene 491 páginas que se leen con avidez. Su capítulos, sin enumerar, son cortos y el tamaño de la letra es el verderana. Un tamaño ni muy grande ni muy pequeño. Su lectura resulta fácil para todos.


Es una historia, la que nos narra Claudine, que tiene lugar en tierras normandas. Quienes conozcais Normandia podréis haceros una idea del ambiente y de la atmósfera que envuelve a sus personajes. Un paisaje en el que el mar y la bruma están muy presentes y de alguna forma marcan a sus personajes.


La historia nos la va narrando en primera persona una mujer, de la que no sabemos su nombre. Ella es una ornitóloga que ha ido a la Hague a estudiar el comportamiento de las aves aunque no es este el único motivo: también va huyendo del recuerdo de un viejo amor que le está marcando más de lo que ella esperaba y desaba. No sabemos nada más de esta mujer, ni siquiera el nombre, pero a través de la relación que va tejiendo con los habitantes de la Hague podemos ir perfilando su carácter. Una personalidad bastante peculiar, independiente pero al mismo tiempo buscando a alguien que reemplace a ese viejo amor en su corazón y que le haga sentir de nuevo.


¿ Lo conseguirá ? Pues deberéis averiguarlo. Pero no es una novela romántica. En la Hague esta mujer se verá involucrada en un misterio que azota al pueblo desde hace décadas. En este pueblo normando conoce a Raphael y a su hermana Morgane con los que mantendrá una relación bastante especial. También establecerá contacto con Lambert, un hombre mayor que ella que guarda un misterio. Él hace años que va en busca de su hermano Paul, según la gente del lugar, él murió ahogado junto a sus padres pero Lambert nunca lo ha creido y está convencido de que sigue vivo. Él se empeña en encontarlo, para descubrir este misterio, la ayuda de esta joven será vital. Ella se involucra en este misterio. ¿Y qué pasará? El final es bastante interesante.


Lo cierto, es que esta novela está muy bien escrita. Claudine Gallay ha sabido crear unos personajes muy interesantes con los que el lector llega a sentirse identificado. Junto a esta mujer, tenemos a Raphael y a su hermana Morgane, al Lambert, al padre Michael, a Lili ( la dueña del bar del pueblo), Nana, Theo, Max.... Todos ellos con una historia bastante peculiar que ha sido la que ha marcado sus vidas. 


Las descripciones que da de Normandia son buenas. La acción no se centra sólo en La Hague, también se desarrolla en otros pueblos como Saint Malo. Todos ellos con el mar normando como telón de fondo y como protagonista mudo. El mar influye y ha influido en la vida de estos personajes hasta el punto de haber marcado bastante sus vidas.


A mí esta novela me ha gustado muchísimo. Tiene mucho ritmo, sus partes románticas ( aunque no hayan escenas de amor tórridas ni muy excitantes, la verdad es que las escenas son bastante suavitas pero llegas a sentir el amor y la tensión que hay entre los personajes especialmente entre la mujer y Raphael9 y sus partes de intriga centradas en esa búsqueda del hermano por parte de Lambert. Búsqueda que da mucho ritmo y acción a la novela.


Por todo ello, y aunque esté escrito por una mujer, no es una novela femenina a la vieja usanza o a la idea que tenemos de ellas. Es una novela, escrita por una mujer pero perfectamente legible por hombres. A mí no me gustan esos calificativos de novela masculina o femenina. Para mí la novela se califica sencillamente en buena o mala y en este caso es buena. No me ha defraudado para nada.


Claudine Gallay es una buena escritora. Las comparaciones son odiosas pero sigue la estela de Anna Gavarda o Muriel Barbery. En Francia es una autora reconocida, tanto Le Monde como Elle y otras revistas han escrito muy buenas críticas sobre la misma. En 2009 ganó el Premio de la revista Elle concedido por las lectoras y no me extraña nada después de haberla leído. 




Es una historia que atrapa y con la que pasas buenos momentos. Es otra de esas que se te meten muy adentro y con las que llegas a sentir. Un hecho que, al menos para mí, es vital a la hora de calificar a una novela de buena o mala.