domingo, 11 de abril de 2010

La Libería, de Penélope Fitzgerald

Una de las editoriales que más me están sorprendiendo últimamente es Impedimenta. En la Biblioteca tengo varias novelas de ella y todas son buenísimas, sus  autores no son muy conocidos a nivel popular pero cuentan con una sólida trayectoria.

Se trata, además, de una editorial que cuida muy bien la edición de sus libros con unas portadas bellísimas y una gran calidad de papel. Les da a sus libros un cierto aire retro que me agrada muchísimo.

Una de las últimas novedades de la misma es esta de la que os voy a hablar: " La Librería" escrita por Penélope Fitzgerald. Esta novela no es en sí una novedad novedad ya que fue editada en 1978 siendo finalista del Booker Prize. Su autora es Penélope Fitzgerald. ¿ Y quién es?

Se trata de una autora inglesa nacida en 1916 y muerta en 2000. Muchos críticos la han comparado con Jane Austen y es muy cierto que, al menos, en esta novela hay una atmósfera que recuerda un poco a las novelas de Jane Austen. No obstante, yo diría que también tiene un poco de Rosamunde Pilcher al suceder su historia en un pequeño pueblo de la camppiña inglesa, atmósfera que le da un toque netamente inglés.

Penélope Fitzgerald publicó su primera novela en 1977. Antes, en 1975, editó su primer libro que era una biografía sobre Edward Burne-Jones.

Esta novela, "La Libería", es la primera que leo de ella y me ha encantado. Es una novela deliciosa sobre todo si amas los libros ya que, de una forma u otra, estos son los auténticos protagonistas de la misma. La novela se desarrolla en un pequeño pueblo inglés llamado Hardbourough al que llega un buen día de 1959  Florence  Green dispuesta a abrir una librería en una vieja casa: Old House. Un viejo caserón con fantasmas incluidos.


Tanto la llegada de Florence como su idea de abrir una librería sacuden a todo el pueblo, habrá quién recibirá la idea encantados pero los habrá también que la rechazarán un poco y creerán que Florence se ha vuelto loca por querer hacer tal cosa. Pero ella no se da por vencida, ayudada por los Scouts Marineros ( una división de los Boys Scouts) pondrá a punto el viejo caserón y empezará a vender sus libros. También contará con la ayuda de Christine, una niña de 11 años a la que contrata y es la que le ayuda cada tarde al salir del colegio. Christine es de las que no se callan y le va dando ideas para mejorar las ventas.


Poco a poco, la gente de Hardbourugh va acudiendo a su librería, pero Florence no se queda ahí. Un buen día decide que también sería estupendo dedicar un ala de la misma a Biblioteca así que la abre. Al pueblo, llegaba cada 15 días un viejo Bibliobus que ofrecía el servicio de Biblioteca, Bibliobus cedido por una Librería grande de la ciudad. 


El argumento de la novela gira, por lo tanto, entorno a Florence y a su librería. Me ha gustado muchísimo este personaje y me he sentido bastante identificada con ella puesto que comparto su amor por los libros y sus ganas de contagiarlo al resto de los habitantes del pueblo. Pese a las dificultades que va teniendo, pese a sus esfuerzos llega un momento en el que la librería no genera beneficios, ella sigue. Aconsejada por un amigo, va a ser una valiente y pondrá a la venta la famosa "Lolita" de Nabokov. Al principio no sabe qué hacer, la novela acaba de ser publicada y las críticas son para todos los gustos ( ya sabemos de qué va) Debemos tener en cuenta que estamos en 1959 y, aunque la sociedad inglesa no era tan conservadora como la española del momento, no  a toda ella le convence esta novela; pero Florence se anima y le concede un lugar privilegiado en su librería ello hace que las ventas aumenten, hayan colas en la calle y dentro con la consiguiente molestía para los usuarios de la biblioteca que empiezan a protestar.


No quiero hablar más del argumento de la novela porque os destirparé el final y no me agradaría. Este final es un poco sorprendente e inesperado, al menos para mí. Prefiero y deseo que lo leáis.


Sé que no es una novela con acción ni misterio pero es toda una delicia. Para la gente que ame la lectura y sienta debilidad por los libros le será muy fácil identificarse con Florence y entender ese sentimiento que ella tiene hacía los libros.


La prosa de Penélope Fitzgerald es muy buena. Es un libro que está muy bien escrito y sabe cómo atraparte; te mete de lleno en esa Inglaterra de finales de los años 50 del siglo XX y te ayuda a saber cómo era su sociedad. Una sociedad muy diferente a la que había en Londres pero que, con ella, comparte el recuerdo aún presente de la 2ª Guerra Mundial. A mí esta atmósfera, este ambiente me ha gustado mucho. Además, Florence viene de Londres así que, en el fondo, habrá un choque de mentalidades. Pero, no obstante, aunque la critiquen para los habitantes de Hardborough será una valiente por querer abrir un negocio que nunca ha habido en el pueblo como es una libreria, negocio que, por otro lado, no consideran tan " femenino" como podría haber sido una tienda de modas por ejemplo.


Yo soy una fan incondicional de Jane Austen y, como he comentado antes, si que he visto cierta influencia de ella en la novela de Penélope, principalmente en el personaje de Florence que se nos presenta como una mujer valiente, decidida y fiel a sus ideas por las que lucha y por las que no se deja ni acobardar ni doblegar.


La novela no es larga, tiene 189 páginas que las devoras. Su lectura es cómoda por la calidad misma de la edición.


Por todo ello, no puedo más que recomendar su lectura. En la Biblioteca de El Perelló ya está con el siguiente tejuelo: N/FIT/lib.


Toda una delicia de principio a fin. De nuevo, una historia que te conmueve y con la que disfrutas. Es de esas lecturas que logran dibujar una sonrisa en tu rostro y que te dejan una agradable sensación en tu interior. Una sensación un poco difícil de explicar pero que a mí me sucede, es de esas lecturas que ya te transmiten vibraciones agradables con tan sólo tomar el libro entre tus manos. Lecturas con las que llegas a entender la magia de los libros.




                                                                 Penélope Fitzgerald.