viernes, 2 de abril de 2010

El Túnel de Cristal, de María Grípe. 2 de abril, Día Internacional del LIbro Infantil y Juvenil

Hoy se celebra el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil. La verdad, es que hay libros en este género que son auténticas joyas. A mí me gusta mucho leer Literatura Juvenil e Infantil, los libros que tengo en la Biblioteca de la colección Gran Angular de SM me los he leído todos lo mismo que los de la serie roja de Alfaguara y los de El Micalet Galáctic y L'Espurna de Bromera; sin olvidar claro está toda la saga de Harry Potter tanto en castellano como en inglés.

Hay muy buena Literatura Infantil y Juvenil tanto española como extranjera y me da un poco de rábia que se considere muchas veces a sus autores como escritores de segunda fila cuando son tan importantes como los que escriben para adultos aunque yo diría, y perdón, puede que un poco más ya que ellos son el vehículo, el camino que lleva a un niño y adolescente a introducirse en el mundo de la lectura. Estos escritores de Literatura Infantil y Juvenil son los que siembran futuras lecturas de adultos por lo que se les ha de valorar y reconocer más. Esto lo digo porque, cuando algún niño viene a la Biblioteca buscando la biografía del autor del libro que le han mandado en el cole debe conformarse con los 4 datos que ponen en la contraportada porque, como es un escritor para niños, no aparece en las Enciclopédias ni Biografías de Escritores algo que no me parece nada justo.

Y ahora os estaréis preguntando qué tiene que ver el título de la nota con el párrafo. Es que me he acordado de uno de los libros que más me han gustado: "El Túnel de Cristal " de María Grípe. Lo leí en Alicante, cuando estaba haciendo prácticas en su Biblioteca, me lo leí en una tarde y me encantó. Ha sido el que más me ha gustado de esta autora sueca ( no me he leído "Los Escarabajos Vuelan al Atardecer" porque a los señores de SM no se les ha ocurrido otra cosa que poner la imagen de una muñeca antigua de porcelana y me dan miedo). Es muy emotivo.

Un libro que tiene una anecdota y va ligado a un barco vikingo. Sí, cuando acabé de leerlo salí al balcón y ví pasar un barco vikingo por el mar. Creí que estaba soñando pero no era así. Era un barco que formaba parte de un acto que iban a hacer en el puerto de Alicante.

Un libro altamente recomendable y uno de los más buenos de Gran Angular.