viernes, 23 de octubre de 2009

Este Picasso es un caso


Al gran genio Picasso, también le dedican divertidas poesías dirigidas hacía los más pequeñajos.










Este Picasso es un caso


¡Qué divertido es Picasso!

Es pintor rompecabezas
que al cuerpo rompe en mil piezas
y pone el rostro en los pies.
¡Todo lo pinta al revés!

¡Este Picasso es un caso!
Es un puro disparate.
No es que te hiera o te mate,

pero en lugar de dos cejas
él te pone dos orejas.
¡Vaya caso el de Picasso!
Te deja que es una pena:te trastoca y desordena,
te pone pies en las manos

y en vez de dedos, gusanos.
¡Si es que Picasso es un caso!
En la boca pone un ojo,
y te lo pinta de rojo.

Si se trata de un bigote,
te lo pondrá en el cogote.
¡Menudo caso es Picasso!
¿Eso es hombre o bicicleta?

¡Si es que ya nada respeta....!
Esos ojos que tú dices,
no son ojos...¡son narices!
¿No es un caso este Picasso?
Todo lo tuerce y disloca:
las piernas, brazos y boca.

No es verdad lo que tu ves.
¡Él pinta el mundo al revés!
¡Qué Picasso es este caso!

Carlos Reviejo

Caja de Música


De nuevo Fausto nos ha obsequiado con una de sus poesías. Puro arte y sentimientos, palabras que llegan muy adentro, con las que te sientes identificado/a y ante las que no puedes permanecer indiferente.

Poesía, palabra, estrofas... ¡ Belleza ¡




CAJA DE MÚSICA



Mírate entonces
Deshojándote toda en ti misma en mis manos
Yo sosteniendo el otoño
Sujetando uno a uno el suspiro que exhalas
Reinventando tus labios revueltos de besos y
Pies infantiles
Tu aliento pequeño, distante,
como caja de música nunca escuchada
¿Cómo no abrir la sensual bailarina?
Ver en sus ojos los celos de luna
Ver la benigna silueta virar poesía
Cómo no abrir su mirada tan triste
Ya es plenilunio en el mes que más quiero
El aire es silencio y te trae a mis brazos
No cierro los ojos,
no vuelvo al olvido jamás un instante
Giro el engrane que activa tu bosque
Tienes aroma de rusias antiguas
Cruje quizás el barniz o las hadas curiosas
La sombra del tiempo se monta en
carrozas de lentos virajes
Canta el silencio sus odas más blancas
Vuelve la flor a dotarte de encanto
Abro la tapa y de pronto apareces
Nada transcurre a través de las almas
Arde desnuda la música eterna
Todo es aroma y un rojo y un canto imposible
Ya no reacciono
Simplemente me pierdo en tu bosque lejano y
me olvida el olvido

                                                               Fausto Vonbonek